El basalto es una roca ígnea extrusiva, sólida y negra. Es el tipo de roca más común en la corteza terrestre, y cubre la mayoría del fondo oceánico. Está formado por abundantes minerales oscuros como, el piroxeno y la olivina , que hacen que el basalto sea de color gris o negro obscuro. El basalto también tiene cantidades menores de minerales de color claro como, el feldespato y el quarzo. El peso del basalto contiene menos del 52% en quarzo (Si02).
Una de las principales propiedades del basalto es su alta dureza, lo que hace que hoy en día sea utilizado en forma de fibras artificiales reforzar estructuras de hormigón.
Otra de sus principales propiedades es su impermeabilidad, aunque no es aconsejable para ciertas obras hidráulicas debido a su excesiva fracturación.
El basalto tiene un coeficiente de dilatación térmica muy bajo, por lo que recibe poco daño en incendios a pesar de ser una roca que tiende a calentarse mucho por la radiación solar debido a sus propiedades químicas (llegando a registrar temperaturas de hasta 80º).